El Colectivo Animalistas Fortuna (Delegación Territorial de la Asociación GARM) organiza un evento de convivencia por la NO financiación de los espectáculos taurinos

El evento, legalmente autorizado, tendrá lugar el próximo sábado 18 de marzo de 2017 desde las 13:00h hasta las 18:00h de la tarde en la Plaza de cazaubon, Fortuna (Murcia).

El ayuntamiento de Fortuna destinó el año pasado unos 20.420,83 € en espectáculos taurinos, mientras que el gasto del ayto en el banco de libros fue INSUFICIENTE para cubrir todos los cursos de educación obligatoria, y también forzando a las familias, muchas de ellas en situación precaria debido a la crisis económica que también azota este municipio, a pagar más de 100 € por el servicio de guardería, por ejemplo.

Por este motivo se va a celebrar, a petición de Animalistas Fortuna, una CONSULTA POPULAR los próximos días 23, 24, 25 y 26 de Marzo Y en ella podrán votar los mayores de 16 años empadronados en Fortuna, ya sean españoles o extranjeros comunitarios y no comunitarios.

Porque el dinero público es de todas/os y debe destinarse a las verdaderas necesidades de NUESTRO PUEBLO (empleo, vivienda, educación, etc), y no al capricho de unos pocos, ya que solo 130 personas acudieron a la corrida de toros del 2016, que es menos del 1% de la población.

"Según una encuesta reciente, se refleja que el 82% de los españoles no han asistido nunca a una corrida, mientras que el 87% condenan el sufrimiento animal en los espectáculos públicos".

Las administraciones públicas, propietarias del 65% de las más de trescientas plazas de toros españolas, a pesar de las quejas de la inmensa mayoría de los contribuyentes que no desean apoyar con sus impuestos esta barbarie nacional que los intereses taurinos tratan desesperadamente de mantener e incentivar, siguen exigiendo un mayor número de corridas en los pliegos de adjudicación de los concursos taurinos; una carnicería anual, estéticamente impresentable que, con más de mil representaciones escenificando la masacre de un pacífico animal herbívoro que acaba en el desolladero, amenaza con ahogar con sangre, incluso, el interés de sus más fieles e incondicionales cómplices, ética y físicamente discapacitados, de una cobardía que a todos envilece.